MOCO NASAL

DANNA MARELI CORIA TRUJILLO _4N_20-05-22 

--------------------------- MOCO NASAL ---------------------------

 ¿Qué es el moco nasal y cuál es su función?                                                                     

El moco (o mucosidad) es una secreción que recubre las membranas mucosas del cuerpo. Es un coloide viscoso que contiene enzimas antisépticas ( como la lisozima) e inmunoglobulinas. se produce por células de copa en las membranas mucosas que cubren las superficies de las membranas. El moco es una sustancia compleja, viscosa y adherente de origen biológico producida por las células caliciformes del epitelio cilíndrico que cubre la superficie de los órganos expuestos al ambiente externo como método de protección. Se produce en el recto respiratorio, digestivo, reproductor, ocular, nasal, ótico y laríngeo.

Así pues, los mocos son un líquido viscoso secretado por las células epiteliales de la nariz y de otros órganos. Estas células poseen unos cilios, que son una especie de pelos. Estos mueven el moco hacia las fosas nasales.

Cumplen varias funciones y las más importantes son las siguientes:

  • Actúan como lubricantes: ayudan a mantener húmeda la nariz y los senos paranasales. Esto protege de la irritación causada por el roce con algún objeto o partícula.
  • Son un escudo protector: el tejido de las fosas y los senos nasales es bastante fino y delicado. Los mocos contribuyen a protegerlo.
  • Conforman una barrera: contribuyen a atrapar y expulsar las partículas extrañas que entran en la nariz, tales como polvo, polen, bacterias y virus.

De este modo, la función de los mocos se puede sintetizar diciendo que son un mecanismo de defensa y de protección frente a los agentes externos que pueden ingresar al organismo por la nariz. Son clave para combatir las alergias y los resfriados.

¿Cuál es la composición del moco nasal?                                                                           

El moco está compuesto básicamente por:

  • Agua (más de un 80%)
  • Sales minerales
  • Mucinas, capaces de dar textura y retener agua y moléculas varias
  • Proteínas de defensa: inmunoglobulinas IgA, IgG, lisozima, lactoferrina, proteasas, interferones…
  • Oligosacáridos de defensa
  • Lípidos surfactantes
  • Células de defensa: linfocitos T y B, eosinófilos, neutrófilos, macrófagos, células NK, etc.

Todos estos productos combinados generan un producto tipo gel que cubre la mucosa nasal continuamente. La producción es de hasta dos litros diarios, y que a medida que se produce se va eliminando. Por un lado, los cilios o microvellosidades de la mucosa nasal “barren” el moco hacia la faringe y el sistema digestivo, que al llegar al estómago se destruye. La otra forma de eliminar el moco es “hacia adelante”, a través de la higiene nasal, el “moqueo”, o los estornudos.


¿Cómo se forma el moco nasal?                                                                                             

Los mocos se producen dentro de la nariz y, en principio, son una sustancia que contiene agua, proteínas, algunos productos químicos y sal. Presentan una textura viscosa y pegajosa, lo que les permite atrapar sustancias dañinas del medio ambiente.

La mayor parte del moco que producen la nariz y la garganta se mezcla con la saliva y se traga. Una parte se queda en la nariz. Cuando se produce un estornudo o la persona se suena, el moco es expulsado. En caso contrario, se queda en la nariz y se seca.

Si una persona se resfría el organismo produce más histamina. Esta es una sustancia que hace que las membranas de la nariz se inflamen y produzcan más moco. Así se forma una capa gruesa de mucosidad que refuerza la protección del tejido nasal.

Así mismo, cuando hay más moco debe expulsarse con mayor frecuencia, bien sea porque las personas se suenan de manera más asidua o porque estornudan más. Esto contribuye a expulsar el agente infeccioso. Algo análogo ocurre con las alergias.

Los moco en sus senos mantiene los forros nasales húmedos y ayuda con su sentido del olfato. Lo más importante, atrapa el polvo, bacterias, polen y otros contaminantes. El moco actúa esencialmente como una tira mosca pegajosa, agarrando contaminantes y evitando que entren en su sistema respiratorio. Sin moco, la mayoría de estas partículas podría terminar en los pulmones. El moco atrapado aferra a pelos en miniatura llamados cilios. Los cilios mueven el moco hacia la salida más cercana, ya sea hacia la parte frontal de la nariz o la parte posterior de la garganta (donde se ingiere en pequeñas cantidades).

A veces, el moco tiene problemas para salir completamente de las fosas nasales. Se comienza a secarse, y puede llegar a ser agrupadas. Polvo adicional y otros desechos se unen con el moco secado y - voilá - un moco se forma. El aire seco, polvoriento y / o aire acondicionado puede causar un aumento en la formación de moco, también. Incluso con toda esta influencia árido, un moco puede permanecer suave y maduro, con partículas en el aire. A veces, sin embargo, un moco puede llegar a ser muy duro y tienen bordes ásperos que perforan la mucosa nasal y causar que sangre. Ahora, por un asunto bastante delicado: La próxima vez que vea a un niño o (nos ayude a todos) un adulto inspeccionar el contenido de sus cavidades nasales, ver si hay un mordisco subrepticia. 

¿Qué síntomas nos indican cuando hay una alteración en el moco nasal?             

El exceso de moco, a veces llamado hipersecreción crónica del moco o la producción de esputo crónico, puede ser causado por una amplia Rango de factores, que van desde alergias a una infección, exposición al humo de cigarrillos a enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Además de ser un síntoma incómodo e irritante, puede causar tos, sibilancias y otros problemas, dependiendo de la causa y la gravedad.

Síntomas

La longevidad y severidad del exceso de moco son muy variables. Algunos pueden experimentar una producción excesiva de moco en forma de bronquitis crónica, que se define como la presencia de una tos y la producción de espullo crónico y productivo durante al menos tres meses consecutivos durante dos años consecutivos.. Otros pueden experimentar un aumento temporal en el moco, por ejemplo, en caso de alergias o infección viral. Los síntomas incluyen:

  • Dolor de garganta o arañazos
  • Sienta la necesidad de toser
  • Tos productiva o improductiva
  • Trastornos de sueño
  • Congestión de rutas nasales y aéreas

Complicaciones

Aunque una pequeña cantidad de moco de vez en cuando es normal, un aumento en la acumulación de moco que dura mucho tiempo o un aumento en el grosor o la viscosidad del moco Puede ser una fuente de preocupación. A largo plazo, la producción crónica de moco puede afectar su salud dañando el tracto respiratorio y reduciendo la función pulmonar, lo que limita su capacidad para practicar la actividad física y disminuir su calidad de vida general.

En pacientes con EPOC en particular , el exceso de moco puede aumentar el número de exacerbaciones, así como el riesgo de mortalidad relacionada con los problemas respiratorios.

Causas

El moco es producido por las células de la Copa que se encuentran en las membranas mucosas y satisfacen una función importante: trampa los residuos, los irritantes y las bacterias para que puedan acoplarse y eliminarse (sin obstrucciones) del tracto respiratorio inferior. En algunos casos, la sobreproducción y la hipersecreción del moco también están relacionadas con la incapacidad de escupir el exceso, debido a la atrofia de los músculos de s Pulmones o garganta, o daños a las pestañas del tracto respiratorio (las estructuras que se asemejan al cabello responsables del aumento y la evacuación del moco).

Varias situaciones están detrás de una producción de moco elevada:

  • Infecciones (virus, bacterias, hongos).
  • Alergias.
  • Rinitis vasomotora, un caso de rinitis basado en estimulación del sistema nervioso que suele cursar sin inflamación.
  • Embarazo.
  • Uso de medicamentos: estrógenos, aspirina, betabloqueantes, bloqueadores de canales de calcio, ciertos antidepresivos, medicamentos para la disfunción eréctil.
  • Enfermedades no respiratorias: hipotiroidismo, vasculitis, etc.

El tipo de moco, los síntomas, y el patrón de aparición ayuda a diferenciar la razón detrás de la producción elevada de moco. La mayoría de los casos están relacionados con alergia e infecciones virales; las infecciones bacterianas no son tan frecuentes como podríamos creer.

Los mocos pueden tener más de un aspecto posible.

Moco claro traslúcido: es el “normal”, aumenta su producción en alergias, durante el embarazo, o en rinitis vasomotora.

Moco blanco: es uno de los mocos que aparece en los resfriados y de la sinusitis.

Amarillo opaco: otro que vemos en resfriados y la sinusitis. El color lo dan las células de defensa y los gérmenes en suspensión.

Verde opaco: el tercero que aparece en resfriados y sinusitis, y es el que más fuente de petición de antibióticos genera. El verde viene de los productos de desecho del moco amarillo con el añadido de enzimas ricas en hierro, como la lactoferrina, que le dan el tono verdoso.

Rojo o rosado: aparece cuando hay una lesión o en casos más intensos de rinitis vasomotora o embarazo. El color lo da la sangre que viene de la mucosa lastimada.

Marrón-anaranjado: se ve en lesiones que se están curando (“sangre vieja”) o después de respirar mucho polvo.

Negro: es menos frecuente, aparece en casos de infecciones fúngicas, tabaquismo o uso de drogas.

¿Cuándo necesito antibióticos para los mocos?

Es usual que nos digan “tengo moco verde, dame un antibiótico”. Como dijimos antes, el color verde indica defensa, pero no es una defensa específica de bacterias; puede aparecer color verde en infecciones virales, con lo que un antibiótico no te serviría de nada. Los síntomas que indican con más fiabilidad que podrías necesitar un antibiótico son:

  • Más de diez días de moqueo verde que no responde a tratamientos de venta libre.
  • Moco espeso y blanco con aspecto de pus.
  • Fiebre alta que no remite sola en pocos días.
  • Dolor facial al tacto.
  • Descarga de un solo lado de la nariz.

Si tienes alguno o varios de estos síntomas consulta con el médico, que hará un diagnóstico adecuado de tu cuadro y te recetará lo que necesitas para mejorar.

Encontrar los síntomas correctos puede ayudarte a obtener el diagnóstico acertado para un resfriado o una gripe, y todo se trata del color y la viscosidad del moco o mucosidad de la nariz. El tono, la textura, si estos son pegajosos de color claro o incluso si son de olor fuerte y apestan, al observarlos puedes establecer qué está mal con tu salud para después ir a visitar al médico en caso de ser necesario.

1. Claro y líquido

Si tienes mucosidad nasal clara y líquida, eso significa que estás sano. Este tipo de moco te ayuda a eliminar los contaminantes y el polvo, los cuales contienen anticuerpos y proteínas que pueden entrar en tus fosas nasales. Pero a veces, puede ser un signo de alergia especialmente si te pica la nariz y estás estornudando.

2. Claro, grueso o espeso

Se dice que este tipo de moco es un signo de alergia crónica. Se obstruye la nariz e incluso puedes tener tejidos nasales hinchados. Una visita al otorrinolaringólogo o un médico especialista en problemas de alergias puede ayudar a resolver este problema.


3. Blanco

Este tipo de mucosidad aparece cuando tienes un resfriado común: el color blanco se debe a la pérdida de humedad dentro de la nariz, lo que hace que se vuelva clara y "turbia".


4. Amarillo

Es mejor que descanses un poco y tomes muchos líquidos si notas que el color de tu mucosidad se ha vuelto amarillo. Es una señal definitiva del resfriado común. El tono amarillento se debe a que los glóbulos blancos muertos, que combaten el virus, se meten en el moco una vez que han terminado con su función primaria.


5. Verde

Los mocos verdes son tus buenos amigos en la lucha contra el frío. Son una señal de que tu sistema está haciendo todo lo posible para deshacerse de la enfermedad. Sin embargo, si los síntomas duran más de 10 días, visita a un médico ya que puede tratarse de una infección bacteriana.


6. Rosa o rojo

El color rosa puede ser bonito, pero definitivamente no es una buena señal. O bien significa que te has lastimado, o indica que te has estado sonando la nariz demasiado fuerte. De cualquier manera, visita a un médico si el flujo no se detiene después de media hora o si notas que hay demasiada sangre en él. Además, si un niño pequeño experimenta una hemorragia nasal como esa, debes llevarlo al pediatra inmediatamente.

7. Café

Conoce al señor Moco café, el cual aparece cuando la sangre vieja en tu sistema se seca o si has inhalado suciedad. Limpiar tus fosas nasales con un spay de agua de mar puede ayudar en este caso.


8. Casi negro

Si no fumas marihuana o cigarrillos, entonces tener mucosidad casi negra puede indicar una infección por hongos en tu sistema.

9. Adherente, apestoso y descolorido

El sr. pegajoso y apestoso es un signo muy probable de sinusitis crónica. La hinchazón constante de los tejidos nasales y de la garganta produce este tipo de moco. Se recomienda que veas a un otorrinolaringólogo si los antibióticos u otros tratamientos para infecciones y virus no funcionan.

Bono

Entonces, si tu mucosidad es blanca, verde o amarilla, es muy probable que hayas tenido una secreción nasal. Esto es indicativo de resfriados o infecciones. Visita a un médico si los síntomas persisten por más de 2 semanas.

La congestión nasal sin mocos                                                                                               

Puede suceder por diversas causas, entre las cuales se encuentran:

Procesos infecciosos de los senos paranasales o de las adenoides: la acumulación de secreción en cavidades como los senos paranasales u otras cavidades de la cara que desembocan en la nariz pueden provocar la obstrucción nasal y, al mismo tiempo, causar una sinusitis. La sinusitis es la inflamación de la mucosa de los senos paranasales, lo que genera una obstrucción nasal.

  • Cornetes aumentados de tamaño o inflamados: las alergias o las infecciones provocan obstrucción nasal debido a la inflamación de los cornetes.
  • Presencia de cuerpo extraño: esta sensación de nariz tapada sin mocos por un cuerpo extraño es común verlo en los niños, pues se introducen objetos pequeños como botones, semillas, cacahuates, broches de collares en las fosas nasales obstruyéndolas.
  • Aumento de tamaño de las adenoides: forman parte del sistema linfático, están ubicadas en la parte alta de las amígdalas detrás de la nariz y pueden aumentar de tamaño por un proceso infeccioso, lo que genera dificultad para respirar. Esta afección es muy frecuente en los niños.
  • Quistes o tumores nasales: en algunas ocasiones, la nariz tapada se puede deber a la presencia de tumores benignos, malignos o un quiste. Generalmente, esta suele taparse del lado donde se encuentra la lesión.
  • Desviación del tabique nasal: el tabique nasal es un hueso que sirve de división entre el lado derecho e izquierdo de la nariz. Cuando este tabique se mueve hacia un lado u otro, puede ocasionar obstrucción hacia el lado donde se dirija. Esto se puede presentar desde el momento del nacimiento o posterior a un traumatismo durante el desarrollo de la vida, dando origen a una obstrucción nasal sin la presencia de moco.
  • Atresia de las coanas o estenosis de la abertura piriforme: esta alteración se produce cuando la parte posterior de la nariz está cerrada por un hueso o tejido en el momento de nacer. Esta obstrucción puede ser bilateral o unilateral. Cuando es bilateral, se puede observar desde el momento del nacimiento, a diferencia de cuando es unilateral, que se hace evidente años después del nacimiento.
  • Pólipos nasales: en la mucosa nasal, se puede observar un crecimiento en forma de racimo de uva que da origen a lo que se conoce como pólipos nasales, los cuales pueden ocasionar obstrucción nasal y dificultad para respirar.

 Síntomas asociados

Los síntomas que pueden acompañar a la nariz tapada sin mocos son los siguientes:

  • Dificultad para respirar por la nariz.
  • Dolor de cabeza o a nivel facial.
  • Oídos tapados.
  • Boca seca.
  • Sangrado nasal.
  • Alteración del sueño.
  • Bajo rendimiento, en especial, durante la práctica deportiva.
  • Pérdida de la concentración.
  • Irritabilidad.
  • Alteración del deseo sexual.





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